Devocionario Católico
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Simone Martini 047

Oracion preparatoria para todos los dias[]

Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.

Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén

Oraciones correspondientes para cada día[]

Día Primero[]

Salve a ti, dulcísima Vírgen Santa Clara de Asís, Celestial cultivadora de azucenas eucarísticas, simbolizadas en el coro de purísimas vírgenes que tu fundaste para hacer la Corte de Honor al Rey de la Majestad oculto bajo la Divina fragilidad de la Hostia. Por este singular privilegio, te ruego derraméis sobre tus Vírgenes y sobre el mundo entero tu seráfico espíritu para que amando y adorando en espíritu y en verdad, tan augusto sacramento, lleguemos a adorarle contigo en el eterno festín de la gloria, Amén.

( Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria al Padre. Lo mismo al final de cada dia. )


Día Segundo[]

Seráfica vírgen y Madre mía, Santa Clara de Asís, por los actos de amor, humildad y demás virtudes con que engalanabas tu bella alma para recibir a tu Dios hecho Hostia, alcanzadme la gracia de acercarme siempre llena de celestial pureza a recibir tan Divino manjar, que embellece y fortifica las almas. Amén


Día Tercero[]

!Madre dulcísima! Santa Clara de asís, Divina, roca de fortaleza indestructible. Por la valentía sobrehumana con que libraste a tus vírgenes de la atrevida invasión de los sarracenos, tomando en tus manos virginales la Santa Custodia, por los esplendores divinos que ella y tu rostro despedían, con los cuales huyeron despavoridos, alcanzame el espíritu de amor y perpetua adoración, para que yo también merezca oir como tu y tus afortunadas hijas aquella consoladora promesa de mi Dios: "Yo seré siempre vuestra Custodia". Amén.


Día Cuarto[]

!Misericordiosa Madre Santa Clara! Por tu profunda oracion llena de humildad, con que libraste tu ciudad de las manos de sus enemigos, libra nuestra patria de la guerra y el terrorismo, y nuestras almas de las furias de los enemigos visibles e invisibles. Amén.


Día Quinto[]

!OH virgen Clara ! Circundada de divinas claridades; por la dulcedumbre que gustabas cuando al comulgar se recreaba el Divino Nino Jesus en tus virginales brazos, obtenme el don precioso de la contemplacion que diviniza, anticipandonos la gloria celestial. Amén.


Día Sexto[]

!OH Divina Madre Mía Santa Clara! Atráeme por la suavidad de tus goces eternales y correré animosamente en pos de tus huellas, amándote intensamente y abrazándome con la celestial pobreza, con la pureza angelical, y con la obediencia amorosa, signos de predestinación y santidad. Amén.

Día Séptimo[]

Ardentisima amante del corazon de Cristo, en cuyo pielago de amor misericordioso navegaste hasta morir de amor, haz que la barquilla de mi alma, transite tambien por ese mar de fuego, hasta llegar a la plenitud de vida divina que me ha sido trazada eternAménte. Amén

Día Octavo[]

!Oh serafica Virgen Clara! En tu alma de querubin residio plena y constantemente el Espiritu Santo; y sus alas de cambiantes y divinos colores batiendose en continuo movimiento, cenian tu candorosa frente despues de acercarte al banquete eucaristico. Por privilegio tan insigne, dispon mi pobrecita alma, para que llegue a estar pronto, bajo el influjo transformador y adorable del Divino Espiritu. Amén.


Día Noveno[]

Tu alma , candor de azucenas celestiales, !OH Excelsa Virgen Clara! derramose suave y deliciosamente en el alma Divina de la Celestial Madre de Jesús, la cual te colmó de caricias maternales en el destierro; y acompañada del radiante coro de las vírgenes, bajó a llevarte el eterno descanso. Por gracia tan singular te suplico que al declinar las sombras de mi vida, vengas acompañada de la Celestial Princesa a recoger mi espíritu, para trasportarlo a las dulces playas de la eternidad. Amén

Oración final para todos los días[]

¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-

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